La tuberculosis (TBC o TB) es una infección bacteriana contagiosa que se conoce también por el nombre de bacilo de Koch, en referencia a su forma alargada y a su descubridor, Robert Koch, que consiguió, en 1882, aislar la bacteria de las flemas expulsadas por los pacientes con síntomas similares. De esta forma, pudo demostrar que era contagiosa y, separando a los afectados de las personas sanas (la conocida cuarentena), se impedía la diseminación de la bacteria.
La tuberculosis es la primera entre las enfermedades infecciosas, posiblemente la más prevalente de esta categoría en el mundo, y la segunda causa de muerte a nivel global.
Etiología:
Se estima un origen de antigüedad entre 15 000 a 22 000 años, y se acepta que esta especie evolucionó de otros microorganismos más primitivos dentro del propio género Mycobacterium. Se puede pensar que en algún momento de la evolución, alguna especie de microbacterias traspasara la barrera biológica, por presión selectiva, y pasara a afectar animales. El "escalón" siguiente sería el paso a la especie humana, coincidiendo con la domesticación de los animales por parte del hombre.
Así, posiblemente, pudo surgir como patógeno para el perro.
Así, posiblemente, pudo surgir como patógeno para el perro.
A pesar de que la localización pulmonar es la más frecuente, la bacteria de la tuberculosis puede crecer en otros muchos lugares del organismo. Es lo que se conoce como tuberculosis localizada, ya que solo afecta a un órgano. Algunos de estos son, además del pulmón: piel, tracto gastro-intestinal (estómago, intestino y otros órganos asociados), riñón y cerebro, produciendo una meningitis tuberculosa, que es muy peligrosa y difícil de tratar.
Se contagia por vía aérea, cuando las personas infectadas tosen, estornudan o escupen. Además, un número creciente de personas del mundo contraen la tuberculosis debido a que su sistema inmunitario se ve comprometido por medicamentos inmunosupresores, abuso de drogas o el sida.
Síntomas:
Los síntomas clásicos de la tuberculosis son tos crónica con esputo sanguinolento, fiebre, sudores nocturnos y pérdida de peso. En el comienzo de la enfermedad, las personas afectas, además de los síntomas anteriores, pueden padecer otros comunes a otras enfermedades, como son cansancio, falta de apetito, depresión y disnea en casos avanzados.
La infección de otros órganos causa una amplia variedad de síntomas.
Diagnóstico:
El diagnóstico se basa en la radiología (habitualmente radiografías torácicas), una prueba de la tuberculina cutánea y análisis de sangre, así como un examen al microscopio y un cultivo microbiológico de los fluidos corporales como las expectoraciones.
El tratamiento de la tuberculosis se realiza con combinaciones de fármacos antituberculosos, haciendo eficaces las pautas de seis meses de tratamiento, dos en la primera fase de tratamiento y cuatro meses en la segunda fase.
Es una enfermedad curable, pero es necesario un diagnóstico temprano debido a que puede ser grave si no se sigue el tratamiento adecuado, que no se debe abandonar ya que podría empeorar rápidamente y se favorecería la proliferación de bacilos resistentes a los medicamentos.
Durante los últimos años, la tuberculosis ha presentado una creciente resistencia a los múltiples antibióticos y para ello se ha optado, como medida de prevención, por la vacuna Bacillus Calmette-Guérin (BCG). Esta vacuna fue desarrollada en el Instituto Pasteur, Francia, entre los años 1905 y 1921, pero su distribución masiva no comenzó hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
La distribución de la tuberculosis no es uniforme en todo el mundo; aproximadamente el 80 % de la población de muchos países asiáticos y africanos dan positivo en las pruebas de la tuberculina, mientras que solo 5-10 % de la población de Estados Unidos da positivo.
- Según datos publicados en 2014 por la (OMS), nueve millones de personas aproximadamente enfermaron de tuberculosis y 1.5 millones murieron por esta causa en 2013, de los cuales 510 000 eran mujeres.
Provoca enfermedades infecciosas en las mujeres en edad reproductiva y es la principal causa de muerte entre las personas con sida.
- En 2005, el país con la mayor incidencia estimada de tuberculosis fue Suazilandia, con 1262 casos por cada 100 000 personas.
- La India tiene el mayor número de infecciones, con más de 1,8 millones de casos.
En los países desarrollados, la tuberculosis es menos común y es principalmente una enfermedad urbana.
- Las tasas más altas de Europa occidental se sitúan en Portugal (31,1 por 100 000 en 2005) y España (20 por 100 000), donde esta enfermedad sigue siendo endémica en algunas zonas rurales.
- Estos rangos comparan con 113 por 100 000 en China y 64 por 100 000 en Brasil.
La incidencia de la tuberculosis varía con la edad.
- En África, la tuberculosis afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes.
- Sin embargo, en países donde la tuberculosis ha pasado de alta a baja incidencia, como los Estados Unidos, es principalmente una enfermedad de personas mayores o de los inmunocomprometidos.
Medidas preventivas:
Trabajo hecho por Romina Martínez Bermúdez.
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